Los primeros vestigios de aldeas se dieron en la costa alrededor del año 6000 antes de nuestra era, época del precerámico. La aldea de La Paloma y la de Chilca, ambas al sur de Lima en el valle de Chilca, son las más conocidas. Estas aldeas estaban conformadas por viviendas rudimentarias de una sola habitación y se encontraban al nivel del suelo. En Huaca Prieta, en el valle de Chicama, las vivendas eran semi-subterráneas. En Aspero, en el valle de Supe, las viviendas fueron construidas sobre terrazas en las laderas de los cerros.
La Jerarquía
Alrededor de 3000 a.C. aparecieron las primeras construcciones públicas que no eran viviendas. El concepto de jerarquía estuvo directamente vinculado a este cambio. Para edificar estas construcciones públicas siempre relacionadas al culto religioso, tenía que existir un concepto de relatividad en el sentido de inferior a superior. Se aceptaba que existían fuerzas superiores a quienes rendirle culto, había una clase dirigente — que comprendía la necesidad de planificar estas obras para tener una mejor relación con las fuerzas sobrenaturales— y otra clase que obedecía y ejecutaba. Los centros ceremoniales de La Galgada y El Paraíso son ejemplos de esta arquitectura monumental.
Técnicas de Construcción
En la construcción de los grandes centros ceremoniales de fines del Período Precerámico se utilizaron variedad de materiales y de técnicas. Los principales fueron las cañas, los troncos y la piedra; menos común fue el uso de adobes. Los techos se hacían de cañas y fibras bastante ligeras.
Las plataformas monumentales solían llevar muros de contención hechos de grandes piedras entre las cuales se colocaban piedras más pequeñas unidas con una argamasa de barro. Para recubrirlas se usaba un barro muy burdo, pero el acabado final de la superficie exterior se enlucía con un barro más fino, a menudo coloreado de blanco y rosado. El mismo barro fino enlucía los pisos. Algunas paredes conservan todavía restos de pintura de colores como el rojo y amarillo.
Las Shicras
Eran bolsas de junco entrelazado que se rellenaban con cantos rodados y llegaban a pesar unos 30 kilos. Se usaban para cuartos y estructuras.