Las culturas Lambayeque, Chimú e Inca dejaron evidencia de una larga dinastía de líderes supremos. Estos reyes que se sucedían apoyados por elementos sacerdotales se consideraban representantes divinos.
El surgimiento de esta creencia se remonta a la leyenda mitológica. El origen de la dinastía Chimor se explica a través de un mito recogido por un trujillano anónimo. Según esta crónica escrita entre los años 1604-1610, un personaje mitológico llamado Tacaynamo llegó por el mar al valle de Moche, conduciendo una balsa de palo pues había sido enviado a gobernar esta tierra. Al parecer Tacaynamo (nombre que recuerda al fundador de Lambayeque, Naylamp) reunía poderes políticos y sacerdotales.
Los Sucesores
Según el mismo cronista, los primeros tres jefes de la dinastía Chimor fueron: Tacaynamo, Gucricaur, que conquistó todo el valle de Moche; y Nancen-Pinco, que se hizo soberano de los seis valles. También se sabe que Minchancaman controló unas 600 millas de la costa y que fue derrotado por los incas entre 1462 y 1470.
El Señorio de Minchancaman
Minchancaman gobernaba a través de una serie de señores que poseían títulos hereditarios. Los funcionarios de la corte tenían rangos y ocupaciones puntuales como el de «preparador del baño», «trompetero de caracoles», «maestro de literas», «encargado de derramar polvo de conchas marinas en la tierra que había que pisar», etc.
Muchas de las provincias del Señorío de Chimor eran gobernadas por un líder local quien usufructuaba de los derechos de los tributos y de las cosechas y tierras de los comuneros. Se trataba de una sociedad jerárquica sumamente organizada, con clases sociales muy diferenciadas. Sin embargo las mujeres y los hombres tenían los mismos derechos, aunque sus ocupaciones fuesen distintas.
La Agricultura
La cultura Chimú se estableció en el mismo valle que 400 años antes había ocupado la cultura Moche. La población chimú contó con un sofisticado sistema de regadío. Tuvieron grandes reservorios de agua y aterrazaron miles de hectáreas. Construyeron canales que en períodos de sequía transportaban el agua desde el río hasta las terrazas de cultivos ubicadas a grandes distancias. Este manejo del agua les permitió obtener hasta tres cosechas anuales en lugares no muy fértiles. Rogger Ravines dice que fueron tan eficientes las técnicas de riego que utilizando como único instrumento de labranza un palo cavador los chimú controlaron más de doce valles con aproximadamente 125,000 hectáreas de cultivo.
El ocaso
Cuando los incas conquistaron el reino de Minchancaman se llevaron al Cuzco a este gobernante y lo casaron con una hija del Inca. Al hijo que nació de esta unión le pusieron Chumun Cour quien se convirtió en un rey títere controlado por los incas. Este personaje fue Guamán Chimú.