Tupac Inca Yupanqui fue un Inca, hijo de Pachacutec y Mama Anahuarque. Cuando tenía aproximadamente 16 años su padre lo designó como correinante y resultó un eficaz auxiliar y colaborador. Fue un guerrero nato y expandió las fronteras del imperio como un invencible conquistador. Primero reforzó las fortalezas en el reino del Cuzco y partió hacia el norte aplastando a los pocras de Huamanga, continuó hacia Jauja y en Chinchaycocha fundó la llacta (ciudad) de Pumpu. En Huaylas por precaución desmanteló las fortalezas nativas de Chungomarca y Pillaguamarca. De allí se desvió hacia el oriente, conquistó Huánuco y fundó la llacta de Huánuco Pampa. Avanzó hasta Cajamarca y estableció ahí su cuartel general, base de operaciones desde donde se encaminó hacia la costa a conquistar el reino Chimor. La guerra duró varios años pues los chimús resistieron valientemente; la resistencia sólo fue vencida al desviarse las aguas del río Moche hacia los arenales, con lo que Chan Chan quedó desabastecida. Posteriormente marchó a la conquista de los chachapoyas, huambos, tabaconas y guayacondos. Avanzó tríunfalmente hasta Quito y Cayambe, llegando hasta el sur del reino carangue. Retornó al Cuzco con un gran botín y descansó de sus conquistas por dos años. En ese lapso se desposó con Mama Ocllo, su hermana de padre.
Salió en una nueva expedición hacia el norte con el objetivo de afianzar la conquista total de los huayacondos. Siguió hacia el reino de Paita al cual descompuso en pequeños señoríos para restarle fuerza e importancia, tal como lo había hecho su padre con los ayarmaca, y como lo haría años más tarde su hijo Huayna Capac con el reino Chimor.
Invadió después el reino de los cañaris, quienes ofrecieron una feroz resistencia, pero finalmente los venció, fundando la llacta de Tumebamba y edificando la fortaleza de Quinche en la región de Quito. En aquella población nacería tiempo después su hijo Cusi Huallpa (el futuro Huayna Capac) de su esposa Mama Ocllo. Posteriormente bajó a la costa septentrional con el propósito de conquistar Chono, Huancavilca, Paches y la Puna. Fue una penosa expedición, el clima tropical afectó a sus tropas que en su totalidad eran serranas, pero con todo resultó vencedor. Fue en la costa donde tuvo conocimiento de unas islas lejanas y decidió ir en pos de ellas, alistó una impresionante flota de balsas y zarpó con veinte mil hombres, llegando a unas islas llamadas Ninchumbi y Aguacchumbi. Algunos historiadores piensan que llegó a la Polinesia, específicamente a la isla Mangareva, donde en el siglo XVIII sus habitantes relataban una leyenda de la llegada de un jefe llamado inca, quien venía del este. El mismo relato existe en las islas Marquesas. Lo cierto es que retornó a los dos años trayendo consigo gente negra, sillas de latón, pellejos y quijadas de caballos que fueron conservados en la fortaleza de Sacsayhuamán.
Desembarcó en las costas del Guayas y subió a Tumebamba, recogió a su esposa y al pequeño Titu Cusí Huallpa, prosiguiendo su marcha de regreso a la ciudad del Cuzco. En Paramonga mandó levantar un templo dedicado al Sol, luego continuó hasta el santuario de Pachacamac en donde permaneció 40 días ayunando. Continuó su marcha ascendiendo por Huarochirí hasta llegar a Jauja. Su recibimiento en el Cuzco fue fastuoso: treinta mil personas salieron a recibirle a las afueras de la ciudad, se escenificó combates, los festejos duraron varios días y fueron planificados por su padre Pachacutec para simbolizar el poder pleno que había alcanzado el imperio, pues ya no quedaban reinos poderosos.
Ascenso a Inca de Tupac Inca Yupanqui
Al fallecer Pachacutec, hacia 1471, se hicieron los ritos del purucaya (funerales), que incluían sacrificios de niños y mujeres. Se procedió luego a la entronización de Tupac Inca Yupanqui quien, para entonces, era un hombre fogueado en la táctica guerrera y un excelente administrador, teniendo tras de sí toda una experiencia en el correinado. Su labor política y militar se centró en ensanchar las fronteras del imperio y a la vez mantener el orden y la paz. Preparó un ejército y marchó hacia el Antisuyo, al cual ingresó por tres sectores: Aguatoma, Amaro y Pilcopata. En esta campaña fue ayudado por otros dos bravos guerreros: Otoronco Achachi y Chalco Yupanqui. Incursionaron en la selva y conquistaron a las tribus de Yanasimi, Otapari y Manu. Otro de sus generales, Cusi Rimachi, siguiendo la ruta de Camata llego al Paititi. El interés por esas regiones era para abastecerse de aves exóticas, yerbas medicinales y madera de chonta que usaban en la fabricación de sus lanzas, y también para ganar tierras que eran destinadas a cocales. Estando en esta expedición fue avisado por su hermano Amaro Yupanqui de un levantamiento de los collas quienes, ayudados por los puquinas y los omasu-yos, marchaban sobre el Cuzco. El conflicto se prolongó por dos años que culminaron con el triunfo de Tupac Yupanqui y para consolidar su victoria se vio en la necesidad de invadir territorio colla llegando hasta Charcas. Permaneció allí un tiempo reorganizando su ejército y preparando una nueva conquista. De Charcas se dirigió al sur e invadió territorio araucano, sometiendo a los reyes Michimalongo y Tangalongo. Continuó su marcha atacando el Purén y Tucapel, deteniéndose en el río Maulé, donde creyó conveniente trasladar a poblaciones collas como mitimaes. Retornó al Cuzco donde logró imponer un férreo control político. Asimismo, para una mejor administración, dividió el imperio en cuatro regiones: Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo. Todas ellas confluían en el Cuzco, considerada por eso el centro del mundo. Murió en Chinchero en 1493, dícese que envenenado por una de sus concubinas llamada Chuqui Ocho. Su linaje fue denominado Capac Ayllu.