Enrique López Albújar fue un escritor, nació en Chiclayo el 23 de noviembre de 1872 y murió en Lima en 1966. Hijo de Manuel López Vilela y de Manuela Albújar Bravo, ambos de ascendencia piurana. Pasó su infancia en Piura y Morropón. Realizó los estudios primarios en Piura y los secundarios en Lima, primero en el Liceo Preparatorio Maticorena (1886-1888), y luego en el colegio nacional Nuestra Señora de Guadalupe (1889-1890). Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, participando paralelamente en política e incursionando en el periodismo. Después de obtener el grado de bachiller en Derecho (1900) regresó a Piura y, en esa ciudad, obtuvo el título de abogado ante la corte superior de justicia el año siguiente.
Convicciones de Enrique López Albújar
Se sintió heredero espiritual de González Prada, manifestando un gran afecto hacia lo indígena y repulsión por el caciquismo y el feudalismo. Sus convicciones antimilitaristas lo llevaron a escribir una letrilla satírica contra el general Cáceres en 1893, razón por la que fue a parar a la cárcel. Años después, en consonancia con sus ideas, se enroló en el Partido Liberal de Augusto Durand. En 1904 fundó en Piura el comité local de dicho partido y de 1904 a 1908 editó El Amigo del Pueblo, en cuyas páginas expresó su posición contraria a la oligarquía que explotaba a los campesinos. Por fin podía expresar libremente aquellas convicciones que habían sido rechazadas en 1898, cuando presentó su tesis sobre La injusticia de la propiedad de suelo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Para combatir a El Amigo del Pueblo, el prefecto de Piura, don Germán Leguía y Martínez fundó en 1905 El Sol, periódico de corte conservador que no consiguió neutralizar las simpatías captadas por la defensa de los intereses populares asumida por López Albújar. En Piura fue profesor de Historia en el colegio nacional San Miguel y dirigió El Deber entre 1915 y 1916. Ese año se incorporó como redactor-jefe al diario limeño La Prensa, pero casi de inmediato abandonó el periodismo y se dedicó íntegramente a la magistratura. Llegó a ser juez de primera instancia en Huánuco desde 1917 hasta 1923, y en Piura desde este año hasta 1928; después pasó a Lambayeque como vocal de la Corte Superior y luego a Tacna donde se jubiló en 1947.
Principales obras de Enrique López Albújar
De su obra destacan Cuentos andinos (1920), el libro de memorias De mi casona (1924), sus novelas Matalaché (1928) y El hechizo de Tomayquichua (1943) y sus poemarios Miniaturas (1895), De la tierra brava (1938) y Lámpara votiva (1964). Póstumamente se han publicado La mujer Diógenes, Cuentos de arena y sol, Palos al viento (1972) -cuya compilación se debe a su biógrafo Raúl Estuardo Cornejo- y La diestra de don Juan (1973), cuentos editados por José Jiménez Borja. Con Cuentos andinos, López Albújar inició la nueva corriente indigenista de la narrativa peruana, retomando la temática de Narciso Aréstegui y de Clorinda Matto de Turner y proponiendo un nuevo naturalismo que incluía la indagación psicológica.