José Manuel de Guirior (1708 – 1788) XXXII virrey del Perú, caballero de la orden de San Juan y gentilhombre de cámara del rey de España. Nació en Aoiz (Navarra) el 21 de marzo de 1708. Hijo de José Carlos de Guirior Erdozaín y María Josefa Portal de Huarte. En 1733 fue admitido como alférez de navío en la Real Armada, lo cual le dio ocasión de participar en diversas travesías por el Mediterráneo y el Atlántico norte. Se le destinó en 1740 a la escuadra comisionada para reprimir las depredaciones del corsario inglés George Anson, y así estuvo en las costas del Río de la Plata, Chile y Perú. De regreso en la metrópoli, fue ascendido sucesivamente a capitán de fragata (1746), capitán de navío (1754), mayor general (1764) y jefe de la armada (1769). En virtud de su calificada experiencia en cuestiones ultramarinas, fue designado para ejercer el virreinato y gobernación de Nueva Granada, cargo que asumió oficialmente en Bogotá el 22 de abril de 1773; en dicho territorio sostuvo principios liberales en bien y fomento del comercio, la agricultura, la ganadería, la minería y la industria, hizo erigir varias parroquias, creó un seminario para las vocaciones sacerdotales y fundó la primera biblioteca pública de Bogotá. Fue elevado al rango de teniente general (1774) y promovido al oficio de virrey del Perú y presidente de la audiencia de Lima, por despachos del 24 de agosto de 1775.
José Manuel de Guirior como Virrey del Perú
Se embarcó en Cartagena de Indias, atravesó el istmo de Panamá y siguió hasta el puerto de Paita, desde donde -como era tradicional- continuó por tierra su camino hasta Lima. Sucedió en el mando al virrey Amat y fue recibido solemnemente en una ceremonia efectuada el 3 de diciembre de 1776. Le tocó dar cumplimiento a la real cédula que ordenaba la desmembración del territorio peruano para crear el virreinato de Buenos Aires. Erigió la contaduría de tributos e inició la construcción del cuartel de Santa Catalina. Apoyó la expedición científica dirigida por los naturalistas Hipólito Ruiz, José Pavón y Joseph Dombey, que se dedicaron al estudio de la flora americana. Las maneras suaves, afables y bondadosas de Guirior no lograron rendir en el Perú el fruto que se esperaba, porque en este tiempo el Consejo de Indias resolvió mandar en 1777 un visitador general de los oficiales de hacienda y justicia, que fue el irascible y megalómano don José Antonio de Areche. De inmediato quedó planteado un conflicto de poderes, ya que Areche absorbió prácticamente todas las funciones de gobierno, coactando las iniciativas del virrey y pasando después a la calumnia y el insulto. Es un hecho que el visitador general excedió los límites de sus atribuciones, oscureció la autoridad de Guirior hasta convertirlo en un “virrey de palo”, y promovió numerosos disturbios en su afán por aumentar la presión fiscal. En este ambiente se fue gestando, por cierto, la gran rebelión andina del cacique José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II.
La referida pugna terminó con el injusto desplazamiento de Guirior, que hubo de ceder el mando al virrey Agustín de Jáuregui el 21 de julio de 1780. De inmediato emprendió viaje a España, a fin de revindicarse de las acusaciones temerariamente formuladas por Areche, logrando finalmente una reparación plena. El rey Carlos III premió sus servicios en 1786 con el vizcondado de Villanueva de Lóngida y con el marquesado de Guirior. Falleció en la corte de Madrid el 25 de noviembre de 1788, a la edad de 80 años.