María Reiche-Grosse Neumann o María Reiche ,nació en Dresden (ciudad alemana que también fue cuna de Max Uhle) el 15 de mayo de 1903. Realizó estudios en la Escuela Politécnica de su ciudad natal y en la Universidad de Hamburgo, graduándose en Matemáticas. Llegó al Perú en 1932 como institutriz de los hijos del cónsul de Alemania en Cuzco. Comenzó a interesarse por la arqueología peruana al realizar traducciones para Julio C. Tello y posteriormente para Paul Kosok, en uno de cuyos artículos tomó conocimiento de la existencia de gigantescas líneas y figuras, ubicadas en una pampa entre Nazca y Palpa en un área de 350 km2, desde el litoral hasta las estribaciones de la cordillera. Viajó entonces hasta Nazca en 1940, permaneciendo poco tiempo debido a las restricciones de la guerra. Volvió nuevamente en 1945 y levantó una carpa en medio de la pampa del Ingenio. Provista de brújula, huinchas, brochas, escobas y una libreta de campo inició el trabajo de toda una vida.
Las lineas de Nazca y Maria Reiche
En un principio los lugareños la miraban con desconfianza y la hostilizaban llamándole “bruja”, pues se extrañaban de verla caminando por la arena, limpiando algunos tramos, tomando medidas y realizando cálculos.
En 1949 publicó su primer artículo sobre las líneas de Nazca: Mistery on the desert. A study of the ancient figures and strange delineated surface. Sus investigaciones se prolongaron por varias décadas, gracias a lo cual ahora podemos disponer de cientos de mapas, planos y fotografías de los diseños y figuras. A lo largo de esos años pudo conseguir la colaboración del Servicio Aerofotográfico Nacional, que realizó tomas a diversas escalas. La fama del sitio motivó la afluencia de turistas que en un momento llegó a poner en peligro la conservación del sitio. Gracias a la colaboración del entonces Fondo de Promoción Turística se pudo construir un mirador, y la inversión privada permitió la instalación de un pequeño aeropuerto y un servicio de avionetas para sobrevolar el área. Con la venta de sus libros María Reiche pagaba a vigilantes para evitar el ingreso de extraños.
Las líneas de Nazca han sido objeto de diversas interpretaciones, las más descabelladas proponen que era un campo de aterrizaje de naves extraterrestres.
Conclusiones de Maria Reiche sobre las Lineas de Nazca
María Reiche llegó a la conclusión de que las figuras formaban parte de un gigantesco calendario astronómico destinado a fijar los ciclos y los cambios climáticos en las sociedades agrarias de la civilización nazca. Observando a las estrellas los antiguos nazquenses pudieron definir constelaciones, cuya posición les ayudaba a regir sus ciclos agrícolas, y fueron esas constelaciones las que representaron en la pampa. Su indesmayable labor de investigación le valió numerosas distinciones tales como la medalla de honor del Congreso en 1981; las palmas magisteriales en el grado de amauta y la medalla cívica de la ciudad de Lima, ambas en 1986; el doctorado honoris causa concedido por las universidades nacionales de Trujillo (1983), San Marcos (1986) e Ingeniería (1989). En 1992 el gobierno le concede el título de ciudadana honoraria del Perú, oficializado con su nacionalización definitiva al año siguiente. En diciembre de 1994, gracias a sus esfuerzos y gestiones, la Unesco acordó otorgar a las líneas de Nazca la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad. En los últimos años, debido a su delicado estado de salud, María Reiche ocupó una habitación en el hotel de turistas de Nazca, siendo asistida por su hermana Renata, quien falleció en 1995.
Fallecimiento de Maria Reiche
A los 95 años de edad, el 8 de junio de 1998, María Reiche murió en Lima, víctima de cáncer. Un mes antes la Unesco la había condecorado con la medalla Machu Picchu. El gobierno peruano le otorgó póstumamente la orden al mérito por servicios distinguidos en el grado de gran cruz, “en consideración a que, gracias a su labor científica, descubrió las líneas de Nazca, zona arqueológica única en el mundo, dando a conocer a la humanidad el legado cultural de un pueblo olvidado”. Un mes después de su fallecimiento fue inaugurado en Lima el parque “María Reiche”, ubicado en el malecón de la Marina, con una extensión de 28 mil m2, donde pueden apreciarse las figuras de Nazca trabajadas a escala en base a flores.