Manuel Ricardo Palma Soriano, creador del género de la “tradición”, nació en Lima el 7 de febrero de 1833. Sus padres fueron Pedro Palma y Dominga Soriano, comerciantes de clase media. Siguió estudios primarios en la escuela de Antonio Orengo y en la de Clemente Noel. En agosto de 1848, El Comercio publica los primeros versos de Ricardo Palma, quien ya es director de un periódico político y satírico llamado El Diablo. Ingresa al convictorio de San Carlos en 1849 y, dos años después, en 1851, debuta como autor teatral, con La hermana del verdugo. Ese mismo año publica Rodil, drama en tres actos (del que luego renegaría), y Consolación, trabajo de poesía romántica. En 1852 obtiene un nombramiento de oficial de la Armada y colabora en El Burro, hoja satírica. Publica Corona patriótica (1853) y la obra le trae complicaciones, viéndose obligado a interrumpir sus estudios y a conseguir un puesto de contador en la goleta Libertad. Pasa luego a servir en el buque Rímac (1854), que naufragaría al año siguiente. Se publica su primer libro de versos: Poesía (1855). Ricardo Palma y su generación agitan el ambiente literario y político, del que luego hablaría en La bohemia de mi tiempo (1899). En 1860 se produce una gran agitación política, acaudillada por José Gálvez, de quien Ricardo Palma es partidario. El 23 de noviembre del mismo año toma parte en el asalto a la casa del presidente Ramón Castilla, produciéndose su destierro a Chile.
Exilio de Ricardo Palma a Chile
En 1862 prosigue una intensa actividad en el exilio. Prepara La lira americana, recopilación de poesía del continente, y los Anales de la Inquisición de Lima, estudio histórico. En 1863 se promulga una ley de amnistía y Palma regresa al Perú. Participa en el combate del 2 de mayo de 1866. En 1868 triunfa la revolución de Balta y Ricardo Palma se convierte en su secretario particular En 1872 se publica la primera serie de las Tradiciones peruanas y un libro de crítica y compilación: Juan del Valle Caviedes, el poeta de la ribera. En 1876 se caso Cristina Román; la pareja tendría seis hijos. En colaboración con Asisclo Villarán y Manuel Atanasio fuentes funda La Broma, periodo satírico, y designado socio correspondiente de la Real Academia Española. En 1881 los chilenos ingresan a Lima y queman la casa de Palma en Miradores, con su biblioteca personal. Se pierden los manuscritos de una novela inconclusa, Los marañones, y sus memorias del gobierno de Balta.
La biblioteca nacional
El general Miguel Iglesias encomienda a Ricardo Palma reconstruir la Biblioteca Nacional, que había sido incendiada y saqueada por el enemigo. Para tal fin Palma inicia una cruzada entre escritores y amigos de varios países, pidiendo libros para la nueva biblioteca, lo que le vale el sobrenombre de “bibliotecario mendigo“. En julio de 1884 se inaugura la nueva Biblioteca Nacional, de la que Palma es nombrado director. Imprime Poesías (1887), volumen encabezado por confidencias literarias sobre “la bohemia de 1848 a 1860”. Se funda, también en 1887, la Academia Peruana de la Lengua, de la que es uno de los primeros miembros. En 1888 el escritor Manuel González Prada ataca a Palma y a la Academia en un conocido discurso, en el teatro Politeama. Se produce una polémica entre los partidarios de ambos escritores, aunque éstos no llegaron nunca a confrontarse personalmente.
Ricardo Palma vive desde 1909 en el segundo piso de la Biblioteca Nacional. En 1910 la municipalidad de Lima decide coronarlo en ceremonia pública, pero Palma declina el homenaje. Su hijo Clemente -notable escritor de narrativa fantástica- ataca en la revista a Variedades (1912) al gobierno de Leguía, lo que le cuesta su cargo de conservador de la Biblioteca Nacional.
En solidaridad, y después de 28 años de trabajo, don Ricardo abandona la biblioteca, sucediéndole su mayor antagonista: Manuel González Prada. El 11 de marzo un grupo de intelectuales y amigos le ofrece un gran homenaje, con carácter de desagravio nacional, en el teatro Municipal. González Prada reacciona imprimiendo una Nota informativa sobre la Biblioteca Nacional de Lima, en la que critica la gestión de su antecesor. Ricardo Palma responde con Apuntes para la historia de la biblioteca de Lima (1912). En 1914 el general Benavides da un golpe de Estado y nombra a Palma director honorario de la Biblioteca. El cargo de director es conferido a Luis Ulloa, siendo destituido González Prada. Éste recupera su puesto en 1916 y Palma renuncia definitivamente como director honorario. El 6 de octubre de 1919 muere en su casa de Miraflores, a los 86 años. Sus funerales son multitudinarios y se le tributan honras fúnebres correspondientes a un ministro de Estado.