Al par que su organización política, los incas dispusieron de una eficiente organización administrativa que les permitió atender las necesidades de los diferentes pueblos y regiones del Imperio, así como también mantener la unidad de todo el Tahuantinsuyo.
Esta organización que la aplicaron preferentemente en el empadronamiento de los miembros del ayllu, tuvo por base el sistema decimal aunque no sería de extrañar que, también, tuvieran como elemento la mano o la mitad de diez que es cinco. Ello explica el porqué los incas, y hasta ahora, en algunos lugares emplean la mano como unidad de medida. Según esto acostumbraban a hacer sus tasaciones de cinco en cinco o de diez en diez, lo que equivale a decir de una mano simple o de dos manos, aunque los cronistas españoles sólo han consignado lo ultimo y de allí, precisamente, que se haya tomado el sistema decimal como base de su estructura administrativa.
La organización
Fue la siguiente:
— El purej que corresponde al jefe de familia, al ciudadano casado, condición indispensable para asumir funciones dentro del imperio.
— El chunka kamayoc, quien gobernaba a diez familias.
— El pachaka kamayoc, cuya autoridad se extendía a cien familias.
— El waranka kamayoc, quien supervigilaba a mil familias.
— El hunu kamayoc, quien era el jefe de diez mil familias.
Apreciación
Conviene indicar que los jefes desde el purej hasta el pachaka Kamayoc, salen elegidos dentro de los miembros de la comunidad y su duración en el cargo es de solamente un año. En cambio, desde el waranka kamayoc hacia arriba, estos funcionarios son nombrados directamente por el Inca por varios años. Este es, pues, un doble sistema de nombramiento: democrático en las clases populares y monárquico en los cargos y clases superiores.
De otro lado cabe mencionar que mientras los miembros de la comunidad, hasta el jefe de cien familias (pachaka kamayoc) se reúnen, tanto hombres como mujeres en asambleas denominadas Camachicos donde tratan los problemas referentes a los ayllus y buscan las soluciones más pertinentes, en cambio, los cargos superiores dan cuenta directamente a los jefes de Suyos. Además, y para tiempos de guerra, de cada cuatro hunus salía un nuevo jefe que es el Huamani o Sinchi quien gobernaba cuarenta mil familias.
EL RUNA SIMI
Fue la lengua oficial del Imperio. Esta lengua estuvo representada por el idioma quechua, que al ser impuesta por los incas logró la unificación ídiomática e hizo posible la aplicación de todo este sistema de empadronamiento y de administración. Sabido es que en el Perú de la antigüedad existieron multiplicidad de lenguas y dialectos, entonces para aplicar mejor las normas y disposiciones del gobierno se hacía necesario contar con un elemento unificante, este fue el quechua. No significa esto que los demás dialectos y lenguas se dieran por terminadas, ni mucho menos que se les prohibiese, no, seguían hablándose, pero para la comunicación con las autoridades incas y como símbolo de vasallaje el quechua era el único medio hablante que debía y fue utilizado. Es, pues, la lengua mayor y mejor puesta en boca del hombre (Runa simi significa “boca de hombre”) en relación a las otras lenguas que se hablan en el resto del territorio que los incas denominaron Huahua Simi (“boca de niño”), es decir, lenguas menores, de niño y sin mayor importancia. A todo esto se agrega que cuando se realizaba una alta reunión de autoridades y jefes incas con el mismo soberano, entonces utilizaban un idioma secreto que, posiblemente, fue el Quechua originario, de los comienzos y empleado por los fundadores del Imperio.
EL TRIBUTO
Todo purej o jefe de familia hasta los cincuenta años debería contribuir con su tributo al régimen imperial inca. Este tributo era en especie y determinado anualmente por personajes especiales, o por el Tucuy Ricuj, que recorrían el territorio asignado lo que cada región, ayllu o zona debería entregar para su remisión al Cusco. Así la contribución era en maíz, quinua, oro, plata, doncellas para el Acllahuasi, chasquis, hombres para el ejército, auquénidos,etc. que eran entregados al Curaca quien en calidad de depositario los retenía hasta que los entregaba al Tucuy Ricuj, o a otro personaje especialmente designado, quien los enviaba mediante los indios mitayos e indios cargadores hacia la Ciudad Imperial. En realidad, el tributo no fue una carga impositiva y difícil de cumplir, por el contrario, en muchos casos se sobrepasó lo señalado por los tasadores enviándose más de lo requerido.
LOS QUIPUS
Constituyen un sistema mnemótico contable, que sirve para anotar cifras y cantidades.
Tienen el carácter mnemótico. porque exigen el esfuerzo de la memoria, y, tienen carácter contable puesto que su finalidad es indicar cantidades y números.
De otro lado, estos quipus estaban representados por una varilla de donde pendían o colgaban unos manojos de hilos de diferentes tamaños y colores, en cuales hilos se hacían nudos simples, dobles o compuestos para expresar una cifra determinada. Así, por ejemplo, se deseaba expresar cien mazorcas de maíz, entonces se hacían dos nudos simples en un cordón amarillo, seguidos de nueve nudos dobles (los dos primeros nudos indicarían 5 + 5 = 10; y los otros nueve, 10 cada uno, igual 90. Ahora tenemos 90 + 10 = 100). Por lo general el color del cordón indicaba o semejaba mucho el color del producto o especie cuya cantidad se deseaba expresar.
Sólo en muy raros casos los quipus fueron utilizados para significar hechos históricos, y de ser así, únicamente los nudos hechos en tal o cual cordón, servirán como referencia para que de allí, haciendo un esfuerzo de la memoria, poder recordar y reconstruir el pasado que se ha querido significar. Esto sucedía, sobre todo, en las anotaciones de hechos brillantes de los señores Incas, cuyas hazañas se querían perennizar, aunque siempre numéricamente en estos sistemas de expresión.
Su manejo estaba a cargo de personajes especiales llamados Quipucamayos, quienes recibían un adiestramiento especial,a lo cual ellos deberían agregar su innata habilidad. Por lo general el cargo de quipucamayo era trasmisible de padres a hijos con lo cual se aseguraba la forma mnemótica para recordar más fácilmente.