Clorinda Matto de Turner nace el 11 de noviembre de 1854, en la hacienda “Paullu” de la provincia de Calca (Cuzco), siendo bautizada como Grimanesa Martina. Fue hija de Ramón Torres Matos y de Grimanesa Concepción Usandivaras. Realiza sus estudios escolares en el Colegio de Educandas del Cuzco. El 27 de julio de 1871 contrae matrimonio con el comerciante inglés José Turner, quien le daría el nombre de Clorinda, estableciéndose en Tinta. Tanto ella como su hermano cambian su apellido paterno y adoptan el de Matto.
A los 24 años dirige en la ciudad imperial la revista El Recreo del Cuzco (1876), al mismo tiempo que colabora en El Correo del Perú, de Lima. Visita esta ciudad en los primeros meses de 1877, siendo recibida con grandes muestras de aprecio, encontrando consagratoria acogida en las veladas organizadas por la escritora argentina Juana Manuela Gorriti.
Enviuda el 3 de marzo de 1881, encargándose desde entonces del mantenimiento de su familia, la cual disminuye con la pérdida casi inmediata de su hijo. En 1883 se traslada a la ciudad de Arequipa, asumiendo la jefatura de redacción del diario La Bolsa, dirigido por Francisco Ibáñez. Nuevamente en Lima frecuenta los grupos literarios de la época y escribe para diversas publicaciones. Entre 1889 y 1891 ejerce la dirección de El Perú Ilustrado y luego la de su propio periódico Los Andes (1892-1893). Justamente es en El Perú Ilustrado es donde Clorinda Matto autoriza la publicación del cuento Magdala de Coelho Neto, acerca de Jesús y Magdalena, que se consideró herético y le valió no sólo la excomunión y la inclusión de su novela Aves sin nido en el Index, sino también una permanente hostilización y persecución, habiéndose llegado en Arequipa al extremo de quemar su efigie.
Funda la imprenta La Equitativa y abre en su casa un salón literario. Admiradora de la figura del general Andrés A. Cáceres, al ser éste depuesto en 1895 por Nicolás de Piérola, es desterrada a Buenos Aires, donde se establece y dirige el quincenario El Búcaro Americano. Ejerce este cargo hasta sus últimos días, con sólo un intervalo en 1908, a causa de un viaje a España, donde fue recibida en el Ateneo de Madrid como exponente de la intelectualidad femenina de la América hispana. Sus primeras publicaciones son dos series de Tradiciones cuzqueñas (Arequipa, 1884 y Lima, 1886). En 1889 comienza a publicar sus novelas que alcanzan gran aceptación: la primera de ellas es Aves sin nido, con edición simultánea en Buenos Aires y traducida al inglés en 1904. Le siguen Índole (Lima, 1891) y Herencia (Lima, 1893). Nuevas tradiciones y leyendas se incluyen en Leyendas y recortes (Lima, 1893), y biografías, relatos de viajes y estudios históricos conforman otros libros suyos como Bocetos al lápiz de americanos célebres (Lima, 1890) y Boreales, miniaturas y porcelanas (Buenos Aires, 1902), Incursionó también en el teatro con un drama histórico-indigenista en tres actos Hima-Sumac (1892). Poco antes de su muerte, en 1909, aparecen Viajes de recreo y Cuatro conferencias sobre América del Sur.